
Es una lesión que afecta a las fibras que forman el vientre muscular, su importancia varía en función del número de fibras afectadas, siendo la más grave la rotura total del músculo.
Esta rotura puede producirse por múltiples causas, siendo la más común una sobrecarga muscular debida a un entrenamiento deficiente, un esfuerzo intenso o un desequilibrio muscular.
Los músculos más afectados suelen ser los isquiotibiales, los aductores de cadera y los gemelos. Pasadas horas se puede observar la zona inflamada
y poco después aparecerá el clásico hematoma.
De grado 1: microrrotura fibrilar, sin hematoma.
De grado 2: existe rotura fibrilar. Hematoma y dolor al movimiento.
De grado 3: rotura completa del vientre muscular, hematoma y dolor funcional.
El osteópata buscará la causa que ha producido esta sobrecarga. Esto abarca todo el cuerpo, ya que todos los sistemas (articular, muscular, visceral, circulatorio, o nervioso). Se emplearía la técnica cyriax o masaje transverso profundo, entre otras, para que la rotura cicatrice y las fibras de colágeno vayan en el sentido correcto.
Además, se equilibra los diversos sistemas que se encuentran en lesión con el objetivo de devolver la armonía al cuerpo consiguiendo una mejora de la lesión y un menor riesgo e futuras lesiones.