FASCIA

 

Fascia es una membrana formada por numerosas fibras de tejido conectivo, que crea una especie de tela que envuelve los músculos, los órganos y las vísceras. Todas las fascias de nuestro cuerpo constituyen un solo  sistema tridimensional, formando una extensa e ininterrumpida red de tejido conjuntivo que mantiene unido al cuerpo.

 

Por tanto, cuando una parte de la fascia queda lesionada, pueden resultar afectados tejidos que están muy alejados.

 

Gracias a ella cada órgano está sujeto en su lugar, es el material que forma las adherencias y el tejido de cicatrización. La edad, lesiones o el sedentarismo degeneran las fibras fasciales. Se acortan, adhieren, deshidratan... cerrando el espacio del músculo y su capacidad de movilidad.

 

La osteopatía incide sobre este tejido conectivo para encontrar equilibrio entre movilidad - estabilidad, flexibilidad - fortaleza. Las técnicas empleadas favorecen el crecimiento de las células fasciales (fibroblastos) responsables del colágeno, elastina y moléculas necesarias para la hidratación.

 

Estos masajes miofasciales generan el intercambio de agua y nutrientes a lo largo del tejido, el aumento del calor y, por tanto, de la actividad celular, disminuyendo la inflamación y relajando la fascia.

Así pues, las terapias osteopáticas trabajan sobre la estructura y los órganos a través del sistema de fascias, pero es importante cuidar hábitos posturales, alimentación y estilo de vida.