
Inflamación nerviosa producida por una compresión o irritación de las raíces nerviosas a nivel de las últimas vértebras cervicales. Afecta a la zona del cuello y el dolor puede extenderse al omóplato, espalda hasta llegar al brazo.
Los síntomas son el dolor casi permanente, difuso e intenso por las noches. Musculatura en tensión, debilidad, sensación de pesadez u hormigueo.
La causa principal es el estrés. La tensión puede bloquear las vértebras y provocar hernia discal, síndrome de los escalenos o pectoral menor.
En los casos crónicos los masajes ayudan notablemente a quitar presión. El tratamiento osteopático tratará de favorecer la movilidad restableciendo el aparato musculoesquelético y liberando al nervio por medio de técnicas funcionales (si todavía hay dolor) y técnicas estructuradas o miotensivas (si no hay dolor).
Junto con ejercicios isométricos que poco a poco subirán de intensidad y una higiene postural, los resultados son notables.