
Como dice su nombre, esta terapia está dirigida al cráneo y al sacro (el hueso grande y triangular situado en la base de la columna vertebral).
A través de una suave presión con las manos se manipula los huesos y los tejidos conectivos.
La sensación que ofrece es de calma, de tranquilidad. Es muy agradable.
Esta terapia centrada en el cráneo y sacro, prolonga sus efectos a todos nuestros órganos, células y tejidos corporales.
Muy recomendable para patologías como fibromialgia, trastornos del sistema nervioso central, migrañas, afecciones musculares, escoliosis, hernias o estrés.
Aporta beneficios como: calmar molestias musculares, favorecer flujo sanguíneo y la oxigenación, reducir sobrecarga en huesos, músculos y articulaciones, alivia estrés y ansiedad, relaja tensión de los ojos facilita respiración al abrir las vías respiratorias.
El osteópata, con sus manos, libera suavemente las restricciones en el movimiento de los huesos y tejidos asociados estimulando el flujo cerebroespinal.