
Primero distingamos: Vértigo es la sensación de un movimiento ficticio de las cosas o de uno mismo. Mareo es una sensación de desequilibrio, inestabilidad, como sí nos precipitáramos al vacío.
El mareo suele ser algo puntual que desaparece al cabo de unos minutos. Puede causarlo una lipotimia, bajada de tensión, deshidratación...
El vértigo, sin embargo, puede ser puntual y esporádico, pero es recurrente. La causa principal suele ser la alteración del sistema vestibular (en el oído interno) responsable del equilibrio y nuestra postura.
Además, el vértigo, viene acompañado de náuseas, vómitos y sudoración. Si no se trata a tiempo, puede producir un deterioro en la audición. El oído medio se encuentra dentro del
hueso temporal. Cuando este se encuentra bloqueado
y no se puede mover, se acumula líquido que el organismo no puede drenar.
La mayoría de las veces la causa de este bloqueo no se encuentra en la estructura en sí, sino en la columna cervical.
Con el tratamiento osteopático estimulamos los mecanismos internos para restaurar el equilibrio y la función. Con suaves maniobras actuamos sobre la estructura afectada buscando restituir la irrigación.
Una vez corregida la disfunción, el organismo desarrolla la autocuración, consiguiendo que los vértigos desaparezcan completamente.