DISMETRÍA

 

La dismetría ósea es la discrepancia en la longitud de las extremidades, bien sea por exceso (hipermetría) o por defecto (hipometría). La mayoría se originan al nacer o infancia y debe tratarse al final del crecimiento.

 

La más frecuente es de las extremidades inferiores por la alteración funcional que provoca ya que, generalmente, se compensa basculando la pelvis, flexionando la rodilla o pisando mal.

 

Esto provoca contracturas articulares en cadera, rodilla o tobillo. El diagnóstico es fundamental ya que algunos casos presentan la falsa pierna corta (posterización del ilíaco) y no hablaríamos de dismetría.

 

Las causas pueden ser anomalías congénitas, trastornos del desarrollo, infecciones, traumatismos... Una vez diagnosticado por un especialista, el osteópata siempre tratará de conocer el origen de la lesión.

 

El objetivo del tratamiento osteopático es paliar las molestias generadas al compensar la distribución de cargas y el desequilibrio en articulaciones cadera, rodilla y tobillo. Según el caso, el osteópata puede sugerir la visita a un especialista en podología para valorar alzas o plantillas. Las técnicas de manipulación, alargamientos o masajes específicos también mejorarán la posible asimetría de la pelvis.